Observar y describir las emociones nos da las herramientas necesarias para gestionarlas y tomar decisiones más conscientes.
Hmm, no exactamente. Identificar y observar nuestras emociones no significa que desaparezcan o nos insensibilicemos; nos ayuda a entenderlas mejor.
Reconocer las manifestaciones físicas y los impulsos de acción es clave para comprender nuestras emociones.